¿Qué es capaz de hacer un ser humano en 30 horas? La verdad, no mucho más que la rutina diaria. Uno se da cuenta, por enésima vez, de la grandeza de Led Zeppelin cuando se entera de que ese fue el tiempo que tardaron en grabar su álbum debut en los Olympic Studios en octubre de 1968. Más aún, después de escuchar semejante obra de principio a fin. Los nueve cortes de Led Zeppelin (1969), su sonido, su variedad estilística, la producción y magnífica ejecución de cada nota por parte de Plant, Page, Jones y Bonham, hacen de esta obra uno de los grandes paradigmas del rock and roll.
Es posible que este primer disco de la banda británica haya quedado ensombrecido por sus sucesores, pero de ninguna manera eclipsado. Diciéndolo de una manera coloquial, Led Zeppelin, desde este primer álbum, hasta Physical Graffiti (1975), ‘se pasaron el juego’ del rock and roll. De hecho, después de este último, y rematados por la muerte de John Bonham, no se podía hacer ya mucho más. Led Zeppelin mira de frente a las referencias, al blues de Willie Dixon en «You Shook Me» y «»I Can’t Quit You Baby», y al folk en «Black Mountain Side», entre otras. Con estos dos pilares, Led Zeppelin va a instaurar, en su ópera prima, las bases del rock and roll tal y como se ha desarrollado en las últimas décadas.
«Good Times, Bad Times» es una carta de presentación en toda regla, la banda muestra que carbura como el camión del padre de Manolito Gafotas. Lo que hace John Bonham en la batería es una barbaridad absoluta y John Paul Jones demuestra ser el bajista virtuoso más preciso y elegante de la historia del rock. En «Babe, I’m Gonna Leave You» (tema de la cantante de los 50 Annie Briggs, cuya versión de Joan Baez tomó la banda como referencia) la batuta pasa a Plant-Page, primera prueba de su querencia por el folk con un juego refinado entre las guitarras y la extraordinaria capacidad vocal de Robert Plant.
Led Zeppelin es un disco que reconfigura el rock and roll desde su raíz primigenia: el blues. La insólita capacidad interpretativa de todos sus miembros y la inquietud experimental de Page, productor del álbum, son los mecanismos para llevar a cabo esa evolución. «Danzed and Confused» es, junto con «How Many More Times», el corte más experimental, marcado por ese riff cromático [por intervalo de semitonos] descendente [de más agudo a más grave] en guitarra y bajo, y ese páramo en el que se desarrolla la improvisación a partir de la segunda mitad de la canción. El remanso llega con «Your Time is Gonna Come», conducida por John Paul Johns al órgano, un tema con aire más jovial que remite bastante a la coda final de «Hey Jude» de The Beatles. Ésta enlaza con la instrumental «Black Mountain Side», también inspirada en un tema folklórico, en este caso irlandés: «Down by Blackwaterside». En ella Jimmy Page utiliza la afinación de guitarra asociada a la música celta (Re-La-Re-Sol-La-Re), y es que los cambios de afinación será otro de los recursos característicos de Led Zeppelin en el futuro.
La contundencia de «Communication Breakdown» encarrila el tramo final del disco, que tras el deleite blues de «I Can’t Quit You Baby» cierra con la pieza más larga del disco: «How Many More Times». El walking bass de Johns y la batería, más jazzera, de Bonham, comienzan canalizando esta pieza progresiva. En ella, cobran gran importancia los recursos estereofónicos, la disposición de las guitarras en la escucha, e incluso cómo en algunos redobles de timbales el sonido viaja del lado derecho al izquierdo y viceversa. De nuevo, la experimentación por bandera.
Hay muchas bandas coetáneas claves en el desarrollo sinérgico del rock and roll: The Who, The Rolling Stones, Pink Floyd, Cream…cada uno determinante en su estilo. Y si, los Rolling Stone son muy buenos y muy clásicos, pero si quieres saber de dónde viene y hasta dónde puede llegar el rock and roll, escucha los seis primeros discos de Led Zeppelin, empezando por este primer volumen.
2 Comments