Si Mi Rayo te Alcanzara tiene un problema y una gran virtud: «El Destello», el primer corte del disco, deslumbra por completo al resto de canciones. Una composición incontestable, probablemente lo mejor que haya grabado Xoel López jamás. Iniciar el disco con una canción tan potente y reposada no parece lo más acertado. Pone el listón tan alto que la jubilosa «Tigre de Bengala», aún siendo un merengue genial, supone una decaída que desorienta al oyente en el devenir del disco. Algo así como estar en una fiesta y que después de sonar Robe te cuelen a Juan Luis Guerra.
«Vampiro Blanco» hubiese sido una buena continuación para «El Destello», ambas canciones hubieran sintonizado a la perfección. Incluso «Si Mi Rayo Te Alcanzara», más rítmica y pegadiza, continúa en el marco sonoro de estas dos. Como de costumbre, Xoel López consigue desmarcarse de instrumentaciones usuales y desglosa las posibilidades tímbricas con acierto en cada uno de los cortes. La sección de percusión y las líneas de bajo rehúyen de lugares comunes. En la espina dorsal de Si Mi Rayo Te Alcanzara se hace latente la destreza musical de Xoel López. «Alma de Oro», «Joana» y «Catarata» demuestran que el gallego no da puntada sin hilo y que es capaz de llevar cada registro al refinamiento más absoluto.
Quizá esa sensación de que ya nadie escucha los disco completos, menos aún en el orden establecido, produzca en los artistas un desinterés en la secuenciación de las canciones en los LP’s, un error fatal. Colocar «Tigre de Bengala» después del ejercicio intimista de «El Destello» genera una perdida de rumbo absoluta. El orden de los cortes en un disco es tan vital como el de los capítulos en un libro, de lo contrario el relato queda desconfigurado. Por suerte, el barco vuelve a rumbo durante la escucha del disco. No podía ser de otra manera con el altísimo nivel lírico y el dominio de los registros y estilos extraordinario que se demuestra. La combinación entre africanismo y preciosismo que impregna Si Mi Rayo Te Alcanzara, y la filtración de Xoel López (con ese gen latino que ya forma parte de su música) nos deja un disco único en la discografía del gallego y en la música popular de nuestro país.
