Cohen, no solo es un cancionista excepcional, también escribe novelas y poemas. Ha recibido gran cantidad de galardones a lo largo de su carrera entre los que cabe destacar el premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2011. Pero, sin duda, el mayor reconocimiento que ha recibido es ser influencia e icono para todos los músicos que tienen cierta preocupación por la calidad de los textos en sus canciones. Artistas de renombre de la música en castellano como Sabina o Leiva se han declarado aprendices y admiradores de las canciones del músico canadiense.
Así explica el propio Cohen como descubrió a Lorca y su admiración por el poeta granadino:
No tendría que explicar cómo me enamoré de Federico García Lorca. Tenía 15 años y vagaba por las librerías de Montreal cuando tropecé con uno de sus libros; lo abrí y mis ojos vieron estas palabras: “Por el arco de Elvira / voy a verte pasar / para sentir tus muslos / y ponerme a llorar”. Pensé: esto es lo que quiero para mí. En otra página: “porque me arrojará puñados de hormigas”. Y en otra: “sus muslos se me escapaban como peces sorprendidos”. Había encontrado mi hogar. Así que hoy, con inmensa gratitud, puedo saldar mi deuda con Lorca, al menos una migaja, un electrón de mi deuda, dedicándole esta canción, una traducción de su poema, Pequeño Vals Vienés. Take this Waltz.
Este interés por la poesía lorquiana propició que Cohen viajara a España en repetidas ocasiones donde conoció al cantaor granadino Enrique Morente. Este encuentro provocó que posteriormente Morente decidiera sacar su mítico disco Omega «cantando a Lorca y Cohen» (al que la próxima semana dedicaremos la siguiente publicación de esta serie de articulos).
En 1986, la CBS decidió lanzar un LP llamado Poets in New York para el que una serie de artistas de todo el mundo adaptaron y musicalizaron los textos del poemario surrealistta de Lorca Poeta en Nueva York. De entre las elegidas destacaba sobre todas las demás la adaptación de Pequeño vals vienés que Cohen había transformado en «Take this Waltz» (“Toma este vals”, verso icónico del poema), y que en 1988 incluiría en su disco I´m Your Man. Desde entonces esta canción se ha convertido en imprescindible en su repertorio.
Cohen trató alterar lo menos posible el texto original y sin duda lo consiguió conservando a la perfección la esencia lorquiana y acomodando el texto a un colchón musical muy orquestado, y apropiadamente en clave de vals.
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