El 25 de diciembre de 2009, el músico estadounidense Vic Chesnutt (Jacksonville, Florida, 1965) cumplió su objetivo de quitarse la vida. Nunca había ocultado el deseo de acabar con su vida, su canción «Flirted with you all my life» (del disco At the Cut) muestra explícitamente ese coqueteo con la muerte. Finalmente, aquel día no soportó más sufrimiento ni más dolor (tampoco la presión de tener una deuda de más de 50.000$ con el sistema sanitario estadounidense). Consumió una dosis letal de relajantes musculares que le indujeron al coma, lo que posteriormente supondría su fallecimiento.
Este dolor tenía su origen en un accidente de tráfico que había sufrido a los 18 años, donde su cuello sufrió un fuerte golpe que le dejó parapléjico. Como consecuencia pasaría el resto de su vida en una silla de ruedas, perdiendo además la movilidad de tres de los dedos de su mano derecha. Esto no supuso un impedimento para que Chesnutt siguiera tocando la guitarra.
Ya de niño apuntaba maneras, con solo 5 años escribió la letra de una canción a la que llamó God. Años después, tocó delante de amigos algunas de sus canciones, estos quedaron tan sorprendidos por la calidad de sus composiciones que le animaron a dar conciertos. Entre esos amigos se encontraba Michael Stipe (cantante del grupo R. E. M.) el cual se encargó de producir los dos primeros discos de Vic.
Vic Chesnutt destaca por su labor compositiva como cantautor visceral. Es posible que sea uno de los artistas que más discapacidades físicas ha tenido que superar para labrar su carrera musical. Respecto a su forma de tocar, su colega Kristin Hersh, en el comunicado que hizo vía Twitter tras la muerte del músico, dijo lo siguiente:
Desarrolló un estilo guitarrístico que le permitía tocar el bajo, la rítmica y la solista en la misma canción, con sólo mover dos dedos. Su ágil coordinación era inimitable, su poesía impermeable a las influencias.
Kristin Hersh
Del mismo modo que Tony Iommi, en ocasiones, utiliza la distorsión para obtener un sonido más contundente; en el caso de Vic Chesnutt el sonido resultante es más particular ya que no es algo usual usar la distorsión en una guitarra clásica. Por último, debido a que su mano derecha y los dedos de la misma le es prácticamente imposible moverlos, utiliza una púa de dedo que queda fijada en su pulgar. Puesto que su muñeca no le permite hacer ritmos variados ni elaborados, normalmente hace arpegios o rasgueos hacia abajo.
Una de las adaptaciones más perceptibles que se ve obligado a hacer Chesnutt, es una guitarra de un tamaño menor al estándar. Además, usa guitarras clásicas, no acústicas como es habitual en su estilo. Este instrumento es algo más ligero, lo que le permite poder mayor movilidad. También, sus cuerdas de nylon son bastante más suaves que las de metal. Esto facilita que se pueda deslizar sobre ellas y deba ejercer menos presión para pulsarlas. Al igual Django, y otros muchos guitarristas, hace uso de su dedo pulgar para pulsar las cuerdas más graves por la parte superior del mástil. Utiliza también las cuerdas más graves como bordón en el que sustentar líneas melódicas o acordes que le son imposibles poner de forma completa.
El propio Vic Chesnutt confesó que se pasaba el día tocando la guitarra, y que, de hecho, necesitaba tener una en cada habitación de casa. Ese amor por el instrumento y esa necesidad de música le hicieron ser único y sobreponerse a las dificultades. Sin duda, sus limitaciones definieron su música, siempre marcada por tempos lentos y pesados que creaban una atmósfera única.