Los ‘beats’ del maestro Tony Allen

Tony Allen
El músico y maestro nigeriano ha fallecido en su residencia de Paris a los 79 años.

El maestro de la batería es conocido como uno de los padres del llamado afrobeat. Reinventó la música y los ritmos africanos consiguiendo que traspasaran fronteras. Esa mezcla de jazz-funk con efectos alucinógenos y magnéticos le valieron la fama e importancia musical por la que es conocido en el mundillo.

A través de su compañero, Fela Kuti, comenzó a darse a conocer a finales de los años 60. Varios fueron los discos en los que trabajaron juntos y en los cuales se puede apreciar una base rítmica, siempre a las órdenes de la música, que incita al baile y a los más puros movimientos africanos. Allen estaba creando algo en ese momento de lo que no era consciente, su lisérgica percusión estaba modelando el afrobeat.

Antes de conocer a Kuti este ya había comenzado a explorar y a modificar el estilo bebop que estaba de moda en la época a los ritmos de África. Pero las influencias y el bagaje musical que Fela Kuti traía de Estados Unidos y Reino Unido fue determinante para la unión artística de ambos en el grupo Africa 70. Tras una década de éxitos con la banda Tony Allen decide pasar página y comenzar una nueva andadura.

Los nuevos caminos de Allen

La conexión que habría creado entre el jazz y la música de su continente le seguiría durante toda su carrera. Tras abandonar el grupo Africa 70 en 1979 siguió exprimiendo su identidad artística. A partir de ese momento crea otras bandas propias como Afro Messengers con quienes lanzó el disco No discrimination. Más recientemente, en 2007, se unió a Damon Albarn (Blur), Simon Tong (The Verve) y Paul Simonon (The Clash) en The Good, the Bad & the Queen sacando un trabajo homónimo.

En el año 2009 Allen publicó, junto a la discográfica World Circuit, un disco antológico, Secret Agent, con el que consiguió un éxito estratosférico. Tras su fallecimiento, este mismo sello discográfico ha publicado su último trabajo Rejoice, una colaboración junto al trompetista sudafricano Hugh Masekela que se llevaba planteando desde los años 70. Ahora, este disco póstumo por ambas partes cierra la aclamada carrera de Allen.  

Durante su carrera trabajó con muchos músicos africanos de la talla de Manu Dibango, King Sunny Adé o Ray Lema. Pero, también, se unió a músicos occidentales como Jeff Miles o Flea (The Red Hot Chilli Peppers).

El músico nigeriano se va en uno de los mejores momentos de su carrera dejando tras de sí una inmaculada trayectoria musical. Una inteligencia musical y una rítmica hipnótica que serán difíciles de emular en mucho tiempo.  

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