Crítica ‘Serpentine Prison’ de Matt Berninger

Crítica del primer disco en solitario de Matt Berninger (The National), que presenta en 'Serpentine Prison' diez temas eminentemente acústicos.

Emprender un proyecto solitario viniendo de una banda de renombre y calado internacional tiene sus pros y sus contras. La gran ventaja es que hagas un buen trabajo o no, va a conseguir infinitamente más repercusión de la que conseguiría cualquier músico debutante. La principal desventaja es que es probable que se te vean las costuras sin tu banda habitual, sobre todo si no eres un gran músico en términos instrumentales. Justamente esto es lo que le ocurre a Matt Berninger en Serpentine Prison, su primer disco sin The National.

El concepto instrumental del disco se enmarca en una sonoridad acústica. Canciones reposadas, acordes a la forma de cantar de Berninger, cuya interpretación rara vez se crece. No cuenta con grandes cualidades vocales; y tampoco es Bob Dylan, ni Tom Petty, ni Neil Young, ni su adorado Willie Nelson, en definitiva, no es, en líneas generales, un artesano de grandes canciones. A pesar de estar acompañado por grandes músicos, parece echar en falta los recursos de su banda. Aún así, Serpentine Prison contiene un par de cortes que merece la pena guardar en nuestra biblioteca musical.

Destaca sobre todas las demás «One More Second», que combina una línea vocal más sentimental con la inclusión progresiva de elementos instrumentales (especialmente a través de los teclados) en pos del crecimiento de la canción. Con ella, podrían completar el pódium «Distant Axis» o la fluida métrica del corte final, «Serpentine Prison». El resto de temas presentan poco elementos originales, pocas razones para hacer que queden grabados en nuestra discoteca mental. Son un estándar de canción acústica que ya hemos escuchado en otros artistas, en muchos casos con mejor resultado. «Take Me Out of Town» o «Loved so Little» son redondeadas por los arreglos de viento metal y, por ello, consiguen destacar en un disco que seguramente hubiera funcionado mejor como EP.

Serpentine Prison no es un disco deficiente, pero si peca de excesiva planicie. Cuenta con dos o tres canciones reseñables, y el resto del disco parece ser un intento de acercarse a esos temas notables para terminar siendo un puñado de canciones que rellenan el álbum. Matt Berninger busca un debut en solitario caracterizado por el intimismo y la sobriedad, y termina siendo una colección de canciones aletargadoras en su mayoría. Sin duda, un buen disco para ponerse cuando no consigues conciliar el sueño. La cruda realidad es que Serpentine Prison no hubiera traspasado fronteras ni habría llegado a nuestros oídos si no lo firmase Matt Berninger de The National.

Escrito por
Más de H.M.

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